jueves, 21 de enero de 2010

Javi... vuelve


Por Badlands... Ana Belén López García

Murió en casa, quizá veía música, o teatro grabado de años pasados, se llamaba Javi, el de siempre, el de la tienda de discos donde compré los primeros vinilos de Bruce... Me los conseguía, me recomendaba cds, tenía entradas para los conciertos antes que nadie y siempre se acordaba de reservarme unas cuantas, vimos algún concierto juntos, hablamos de música y de cervezas, de camisetas y de autobuses a ninguna parte... y nos reíamos mucho, entre privados diciéndonos que nos queríamos tanto que siempre seríamos uno de lo otro, despidiéndose siempre con un "Ya sabes que taloviu"...

Me he enterado esta mañana, cuando los ojos aun no saben de luces, ni de sorpresas inesperadas, ni de malas ni buenas noticias. Y hoy les ha tocado derramar lágrimas por esos malos ratos que te regala la vida cuando no se los pides ni los esperas ni los quieres.

Lloro, porque nada es justo y lo demás es demasiado cruel. Lloro porque el mundo, el mío, era mejor cuando él estaba presente, por ahí, sin vernos, sin llamarnos, pero queriéndonos entre risas... Lloro, porque lo echaré de menos en cada concierto, y cuando vea a Quique en Febrero, y a Bruce dios sabe cuando. Lloro porque acepto mi muerte, mi despido improcedente y mi adiós para no volver, pero no acepto la suya. No quiero resignarme, ni asimilarlo, ni asumirlo, sólo quiero que vuelva, a decirme que todo era una broma, a acompañarme al concierto en el auditorio del próximo mes y a mandarme privados diciéndome que me quiere...

domingo 10 de enero de 2010

Se llama tristeza y se pasea por mi corazón esta noche.Ni es justo, ni esperado, ni será asimilado, asumido ni aceptado. Siempre quedará el sabor amargo que da la rabia que surje cuando aun sabiendo que todos tocamos a una muerte por vida, él se haya ido primero. Mi mundo era mejor si él estaba, mi mundo se llebana de risas cuando lo veía, y de cervezas, de muy buena música y de toda la energía positiva que cabe en un alma. Jamás le vi enfadado, ni estresado, ni agobiado, ni mucho menos decaído.

Trataba con media Murcia, conocía a la otra mitad, actuaba en teatros a los que, por desgracia, nunca fui, me conseguía entradas, nos enviábamos privados diciéndonos que nos queríamos, me invitaba a cerveza, me regalaba camisetas y abrazos... una persona de esas que, sabiendo muy bien las razones, lo quieres en tus bolsillos. Ahí, metidito, convirtiendo la vida en un paseo por el cielo.

No sé dónde estará ahora, con Antonio? con Enrique? con Pepe? hay algo allí detrás de todo esto donde él pueda estar ahora? Dime que exixte un lugar donde cada noche haya concierto, donde cada tarde estrenen obras de teatro, donde nunca cierren los bares y donde ni siquiera de madrugada se apaguen las risas... Dime que existe un sitio grande, enorme, sublime, donde pueda sentirse feliz, aun más feliz, si cabe, de lo que se sentía aquí. Dime que las personas como él no tienen que morir nunca, y que la vida, en alguna parte, continua para él...

Javi, te echaré mucho de menos... En febrero Quique toca en Murcia, te veo allí, verdad?

5 comentarios:

  1. Hola Javier, sólo decirte que este texto es de Emilio, lo escribió en el foro de Springsteen...
    Ana

    ResponderEliminar
  2. Joder que pedazo de texto.

    Me arrodillo ante vos.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Bueno, después del lío de palabras, ahora sí que está todo en orden, así que gracias a los administradores ;)

    ResponderEliminar
  4. precioso Ana
    tus palabras, tus sentimientos, tus recuerdos...
    gracias por compartir un poco de esos talovius

    ResponderEliminar
  5. Me sacaba en mp3 las colaboraciones que Javier Ruibal hacía con otros músicos. A través de su persona, gente que me preguntaba que donde podía encontrar los discos de Ruibal, los dirigía a la tienda. Así de sencillo empezamos a conocernos.
    La noticia de su fallecimiento me conmovió. Gracias por todo Javi.

    ResponderEliminar